Muchos de quienes fuimos atrapados por la magia del rock no pudimos conformarnos con ser simples escuchas pasivos y decidimos hacer nuestros propios intentos para expresar sueños, pasiones, inconformidades, tristezas, alegrías, frustraciones y otros sentimientos a través de nuestras propias canciones.

Durante algunos años yo formé parte de una banda de rock a la que pusimos por nombre Perro Fantástico. Un cuarteto de buenos amigos logramos conformar una agrupación que logró alcanzar un buen nivel musical, tanto en las composiciones como en su interpretación. Los integrantes éramos:

José Luis González en la guitarra principal. El más espiritual de los integrantes. Aún sin proponérselo (ya que lo caracteriza una gran timidez) se convirtió en el líder de la banda.

Arturo Fajardo (mi primo) en la guitarra de acompañamiento. Era el balance en la banda. Su carácter reservado, pero firme, fue siempre el apoyo en el que  pudimos apoyarnos para recuperar los ánimos y mantener la amistad.

Jaime González (hermano de José Luis) en el bajo. Nuestro poeta. Siempre fue el más inspirado y propositivo. Poseedor de una gran imaginación y una enorme capacidad para captar la parte más profunda de las cosas.

Guillermo Rubén Avalos Ceja (yo mero) en los tambores. Me tocó ser el motor, el encargado de marcar y sostener el ritmo. Me llegué a convertir en la voz de la banda, no tanto por mis cualidades vocales, sino porque logré enfrentar de mejor manera la timidez.

Una de nuestras características distintivas era que todas las rolas que tocábamos eran composiciones nuestras. Esto actualmente, en la segunda década del siglo XXI, no se percibe como algo singular, pero durante el tiempo en que nosotros lo hicimos, a inicios de los 1980s, era bastante inusual, ya que la mayoría de las agrupaciones tocaban “fusiles” o sea,  interpretaban canciones conocidas de bandas famosas a nivel internacional.

A pesar de que nuestro proyecto no duró lo suficiente para hacer una grabación profesional o para producir material audiovisual, al correr de los años hemos podido rescatar algunas memorias de aquellos días y es así como podemos estar presentes en lugares de la actualidad digital como youtube a través de algunas rolas como Un mundo para ti, Cazador de lagartijas, Círculo rojo, Soy una leyenda y Regula tu cerebro.

Considero que lo que se puede apreciar con esta muestra es suficiente para comprobar que, efectivamente, íbamos por un camino interesante, sin embargo, era muy difícil la subsistencia de un proyecto marginal como lo era este. Por diversos motivos el grupo se desintegró y, ahora que nos sería muy difícil volver a tomar ese camino, lo lamentamos con mucha tristeza.

Tengo la intención de posteriormente relatar con detalle la historia de esta maravillosa aventura en este mismo espacio. Por ahora ya solamente mencionaré que para quienes formamos parte de Perro Fantástico esa sigue siendo hasta la fecha una de las etapas más emocionantes y satisfactorias de nuestras vidas. Creemos que durante ese tiempo logramos aproximarnos a la fuente de la inspiración, le vimos las alas a las musas.